Declaración
de la Comisión de Géneros ATE-Mecon
El pasado fin de semana, mientras
participamos del Encuentro Nacional de Mujeres más convocante de la historia,
en Mar del Plata se dieron a conocer nuevos casos de femicidios y el día martes, Diana
Sacayán, luchadora referente por los derechos del colectivo LGTBIQ, fue
encontrada asesinada en su departamento. Fue nueve el total de mujeres
asesinadas por sus parejas y ex parejas en la última semana, en distintas
ciudades del país.
Estos femicidios se sintieron en
los gritos y corazones de las más de 60 mil participantes del Encuentro. Una
inmensa marcha recorrió la ciudad para exigir que no queremos más muertes por
femicidios, no más por abortos clandestinos, que no queremos más violencia contra las
mujeres e identidades diversas. La movilización culminó con gases
lacrimógenos y balas de goma en la Catedral. Repudiamos la violencia con
que fueron reprimidas las mujeres que se encontraban en la Catedral la noche
del domingo.
Diana,
además de trabajadora del
Programa de Diversidad Sexual del INADI, era una gran referente del
Movimiento
Antidiscriminatorio de Liberación (MAL), luchando contra la
indiferencia, la
violencia y por los derechos e igualdad de trans y travestis. Logró el
cupo laboral trans en la provincia de Buenos Aires y una resolución para
la
atención de identidades autopercibidas en hospitales. Ella misma fue
victima y agredida por la policia por el simple hecho de ser trans. La recordaremos por su militancia
feminista, por su lucha por la igualdad de géneros y el respeto a las
diversidades sexuales. Mientras seguiremos exigiendo verdad y justicia por su
asesinato.
Reclamamos que el #NiUnaMenos no
quede solo en una consigna, es urgente que se tomen decisiones políticas y
medidas concretas para terminar con este flagelo. Que se reglamente
en su totalidad la ley 26.485, que se le asigne un presupuesto. Queremos
políticas públicas que prevengan la violencia y den protección frente a la
violencia contra las mujeres y el colectivo trans. En este marco, exigimos la
existencia de una licencia laboral por violencia de género.
Es
clave que las
mujeres nos sigamos organizando y como trabajadoras debemos convocarnos a
ello independientemente de los gobiernos de turno, de los poderes
económicos y religiosos para garantizar el cumplimiento de los derechos
que estamos reclamando y que con nuestra organización podemos levantar
bien en alto como lo venimos demostrando en cada Encuentro Nacional de
Mujeres y como el trabajo que vienen realizando los colectivos de
diversidad o LGTB.
No podemos permitir que se
naturalice que una mujer muera cada 30 horas solo por su condición de
género.
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