Estimadas compañeras y compañeros, escribimos estas líneas no sólo con
la intención de contarles nuestra experiencia como despedidos del Estado
Nacional sino también para llamar a la participación activa de todos
nosotros , a la unidad en la lucha, en defensa de nuestros puestos de
trabajo y mejores condiciones laborales.
Apenas asumió el gobierno de
Macri, en enero, fueron despedidos tres compañeros del Ministerio de
Economía, en febrero otros trece y, finalmente, en marzo sufrimos el
despido masivo de 150 compañeras y compañeros que se enteraron que
habían sido echados al no poder pasar sus credenciales por los molinetes
. Los funcionarios (de bajo rango) no dieron la cara, o peor aún:
mintieron descaradamente, porque semanas antes les habían asegurado en
sus equipos que los puestos de trabajo no corrían riesgo de entrar en el
ajuste macrista.
Las áreas más golpeadas fueron el Programa Progresar,
la Dirección Nacional de Empresas con Participación del Estado, la
Dirección de Coordinación y la Subsecretaría de Programación
Macroeconómica. Los despidos nos llenaron de desasosiego y tristeza.
Veníamos desarrollando tareas con dedicación y capacidad, reconocidas
por compañeros y jefes directos. No somos ñoquis, ni responsables de las
precarias condiciones de contratación a partir de las cuales se puede
despedir sin causa ni explicación.
Somos trabajadores y trabajadoras de
carne y hueso, pero este gobierno nos trata como objetos, somos un
número, una cantidad de despidos que tiene que haber en la calle para
que la inflación baje, para que los empresarios ganen dinero cada vez
más y a costa nuestra.
En la Administración Pública Nacional los
despidos afectaron a más de 11.000 trabajadores y si contamos a
empleados provinciales y municipales también, el total de despedidos se
acerca a 30.000. A esta situación en el sector público se le sumaron los
despidos en el sector privado, que son masivos y parecen ir en aumento a
pesar de los acuerdos ficticios entre empresarios y el gobierno
comprometiéndose a no continuar despidiendo trabajadores.
En las
fábricas se echan de a cientos de trabajadores por vez, se estima que
superan los 100.000 despedidos en el sector privado durante los primeros
tres meses de administración macrista. Nosotros somos ellos, ellos son
nosotros también y nos vamos a encontrar, no tengamos dudas, en las
calles, en las marchas y en cada acción que encaremos con la firme
convicción de luchar. Nosotros no ganamos fortunas, nos cuesta llegar a
fin de mes. El sueldo de un Secretario en el Ministerio de Economía es
de 90.000 pesos (lo cual es bajo en relación a lo que gana un CEO de una
empresa) y 6.000 pesos el sueldo de casi 80% de los trabajadores y
trabajadoras despedidas en nuestros ministerios.
No queremos un gobierno
que nos haga más pobres, tampoco queremos ser ricos, pero sí defender
lo nuestro. Nuestros puestos de trabajo, nuestros derechos como
trabajadores: el derecho a mejoras en nuestros salarios y nuestras
condiciones de trabajo, al pase a planta permanente de todos los
compañeros (sin privilegios), a la construcción de un jardín
paterno-maternal como establece el estatuto de los estatales, etc. Que
también sean respetados nuestros derechos como ciudadanos: el derecho a
expresarnos libremente y manifestarnos en las calles sin represión
policial.
La presencia policial es otro aspecto que nos preocupa a los
trabajadores. Es insólita la cantidad de policías en los Ministerios
Públicos, casi que aumentó de manera proporcional a los despidos, como
si delatara una percepción de amenaza de parte de los funcionarios (que
caminan con custodios por los pasillos de los ministerios) y también una
predisposición a la persecución física e ideológica de su parte que
resulta realmente alarmante.
Los trabajadores del Ministerio de Economía
enfrentamos esta situación diariamente, por orden directa del Ministro
Prat Gay, los trabajadores de la Dirección de Coordinación del octavo
piso compartimos la jornada laboral con un personal policial instalado
adentro de nuestra oficina Sólo con unidad los trabajadores podremos
enfrentar el avance del gobierno macrista, los despidos masivos en el
sector público y privado, la pérdida de nuestros salarios en manos de la
inflación y la persecución física e ideológica de parte de la patronal.
Unidad y lucha para ganar!