El próximo jueves 6 de abril millones de trabajadores y trabajadoras en todo el país realizaremos el primer paro general contra el gobierno de Mauricio Macri y sus políticas de ajuste. El paro fue literalmente arrancado a los dirigentes de la CGT que venían garantizando con una tregua de casi 1 año y medio que el macrismo y las patronales pudieran avanzar con despidos, tarifazos, paritarias por debajo de la inflación y un sinnúmero de ataques a las condiciones de vida del pueblo trabajador. Desde ATE MeEcon (representación de los trabajadores/as de los actuales ministerios de Economía y Finanzas) creemos que los y las estatales tenemos que ser parte activa de dicho paro. Pero sin depositar ninguna confianza en los dirigentes burocráticos que buscan que la medida solo sirva para descomprimir la enorme bronca y necesidad de salir a la lucha que se expresó en numerosas y multitudinarias jornadas a lo largo del mes de marzo. En ese sentido es que creemos que a la vez que le damos un carácter activo al paro (en contraposición con el paro dominguero que pretenden los convocantes) debemos exigir que esta medida sea el primer paso de un plan de lucha escalonado hasta derrotar el ajuste del macrismo.
Y consideramos que tenemos que participar de esta jornada levantando todas y cada una de nuestras reivindicaciones. Desde los reclamos más generales hasta los más pequeños. Tenemos que decir bien fuerte que, como los docentes que marcan el camino, reclamamos un aumento salarial que contemple la inflación proyectada para 2017 cercana al 25% y la pérdida salarial del último año que supera el 10%. Por eso reclamamos un aumento salarial de un 38% como mínimo al mismo tiempo que ponemos sobre la mesa de discusión que nuestra escala salarial relega a miles de trabajadores a salarios por debajo de la línea de la pobreza. Poniéndolo en números sencillos, en nuestros ministerios de Hacienda y Finanzas, 1 de cada 3 compañeros/as recibe un salario de pobreza. Y 2 de cada 3 no llegamos al monto de la canasta que el propio gobierno de la ciudad de Bs. As. estima que necesita una familia para vivir.
Pero también tenemos que decir que el ajuste también se expresa en cuestiones más pequeñas o cotidianas como las horas extras, la movilidad, el médico a domicilio, el cierre o achicamiento de áreas, la no toma de cargo para quienes ganaron los concursos, las eternas demoras y las discrecionalidades en los pases a Ley marco de los monotributistas, los cientos de expedientes de pases de categorias dormidos por años, el robo de los días acumulados de vacaciones, las jubilaciones compulsivas, la falta de un jardín materno-paternal y el escaso reintegro por guardería, los despidos discriminatorios como los de Mayra y Romina, y un eterno etcétera.
Y consideramos que tenemos que participar de esta jornada levantando todas y cada una de nuestras reivindicaciones. Desde los reclamos más generales hasta los más pequeños. Tenemos que decir bien fuerte que, como los docentes que marcan el camino, reclamamos un aumento salarial que contemple la inflación proyectada para 2017 cercana al 25% y la pérdida salarial del último año que supera el 10%. Por eso reclamamos un aumento salarial de un 38% como mínimo al mismo tiempo que ponemos sobre la mesa de discusión que nuestra escala salarial relega a miles de trabajadores a salarios por debajo de la línea de la pobreza. Poniéndolo en números sencillos, en nuestros ministerios de Hacienda y Finanzas, 1 de cada 3 compañeros/as recibe un salario de pobreza. Y 2 de cada 3 no llegamos al monto de la canasta que el propio gobierno de la ciudad de Bs. As. estima que necesita una familia para vivir.
Pero también tenemos que decir que el ajuste también se expresa en cuestiones más pequeñas o cotidianas como las horas extras, la movilidad, el médico a domicilio, el cierre o achicamiento de áreas, la no toma de cargo para quienes ganaron los concursos, las eternas demoras y las discrecionalidades en los pases a Ley marco de los monotributistas, los cientos de expedientes de pases de categorias dormidos por años, el robo de los días acumulados de vacaciones, las jubilaciones compulsivas, la falta de un jardín materno-paternal y el escaso reintegro por guardería, los despidos discriminatorios como los de Mayra y Romina, y un eterno etcétera.
ORGANIZACIÓN Y LUCHA
Ante este panorama queremos rescatar una conclusión fundamental de la lucha contra los despidos en 2016 donde la enorme mayoría de los compañeros /as que se organizaron con ATE Mecon y dieron la pelea han sido reincorporados/as o han recuperado su salario y están a la espera de un puesto de trabajo en la Administración Pública Nacional.
El único camino para lograr vencer las políticas de ajuste es la organización democrática y la lucha. Debatamos y organicémonos en los sectores, hagamos una gran asamblea general el 4 de abril y un gran paro el 6.
JUNTA INTERNA ATE MECON
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